Guía para no perderse dentro de un Gato Peludo

Pongámoslo así:

el gato ama jazminearse por ahí. Su abuela le enseño ese arte.

En el centro, que también es un corazón, laten como un tambor músicos que cantan canciones. Algunos dicen que son solo para niños, otros dicen que son para cualquier oreja verde que este dispuesta a detenerse para escuchar o escucharse, quien sabe… Hacia este costado hay un gran patio con alfombras de colores en donde hay tambores, guitarras, celestines, flautas, violines, palos de lluvias y muchos instrumentos más. Aquí es preciso sacarse los championes y ponerse a tocar los instrumentos que más nos gusten estudiando sus formas sus armonías y sus matices, siempre compartiendo el placer de tocar y de inventar sonidos en cofradía con otros que también amen la música. Hacia el otro lado hay muchas paredes que no son paredes. Si uno se acerca y las mira bien son un libro arriba de otro libro arriba de otro libro y así hasta el infinito. Y si uno se acerca más parece una biblioteca pero no es una biblioteca cualquiera, no señor, es una biblioteca con patas, porque camina, porque nunca esta en el mismo lugar, porque a veces esta gorda y a veces esta flaca y a veces tiene muchas manos que la acarician y siempre, siempre muchos ojos que la miran, también tiene orejas cuando los ojos no han aprendido el lenguaje de las letras y bocas con más experiencia que están dispuestas a leer. En el pasillo del fondo encontraran una luz potente y enceguecedora que si se mira de abajo parece una gran pantalla, que es como cuando uno sueña pero que se puede ver de a muchos a la misma vez.


Biblioteca Ambulante

Ilustración: Hormiga
Juan Ramón Gómez 3171 T.: (598 2) 2487 3769 - C.: (598) + 95 481 288 C.P 11600 montevideo-uruguay


Parte de la iniciativa del colectivo Gato Peludo y de su gran amor por la lectura y los libros. Hoy en día la propuesta ha enamorado tanto a los niños que la consultan como a su entorno y al barrio.

Este amor hace que surjan donaciones espontáneas dado se ha tomado conciencia de lo primordial que es la lectura y el acercamiento a los libros en la constitución de la identidad del niño y por ende de la comunidad a la que pertenecen.La idea es que la Biblioteca Ambulante además de funcionar en el taller también pueda pasear por el barrio con un sistema de carritos ambulantes, con la premisa “si el niño no va a la biblioteca, la biblioteca va al niño”, todos los sábados tendremos una ruta preestablecida que recorreremos con la biblioteca con patas. De esta forma cada quien podrá acercarse, ojear, revolver y elegir el libro que desee leer esa semana.

Es importante aclarar que es un proyecto que no cuenta con ningún apoyo económico externo y es sin fines de lucro. La propuesta es abrazarnos a los lugares de sabiduría que traemos desde la infancia, entendiéndolos como un núcleo fortalecedor y a partir de ahí transitar la vida apelando a recursos propios e intransferibles. La Biblioteca Ambulante es pretexto para la difusión de la literatura infantil que cada vez tiene más usuarios ávidos de lecturas de calidad.La Biblioteca está abierta a cualquier persona que se quiera acercar.

El proyecto Biblioteca ambulante

Paul Valéry dice que desde que era chico quería escribir poesía porque se había enamorado de las palabras, de sus sonidos. Poco le importaba lo que querían decir exactamente..."

Desde hace años trabajamos con niños y niñas que desde muy pequeñitos y pequeñitas se acercan a nuestro taller para cantar y jugar con los sonidos. Durante este tiempo hemos intentado promover sensibilidades fantásticas y creativas a partir de herramientas tanto cotidianas como técnicas para luego dar lugar a nuevas propuestas madre que servirán de sustento a la identidad subjetiva de quienes se atrevan a ingresar en este maravilloso territorio primario, esencial y laberíntico en donde paradójicamente es necesario perderse para poderse encontrar.

Citamos a Tolkien cuando se refería a la fantasía como una tierra peligrosa, con trampas para los incautos y mazmorras para los temerarios. La propuesta es abrazarnos a los lugares de sabiduría que traemos desde la infancia, entendiéndolos como un núcleo fortalecedor y a partir de ahí transitar la vida apelando a recursos propios e intransferibles. Entendiendo al arte no como una actividad que se encuentra en un pedestal inalcanzable sino como el pan de cada día tan necesario, vital y nutritivo como el alimento que se puede pesar en una balanza o medir con un centímetro. Puesto que además concebimos la música como un sitio que necesita enriquecerse con muchas otras nutrientes, de manera incipiente y desordenada ofrecimos a los pequeños nuestra biblioteca personal para que consultaran y se llevaran a sus casas algunos ejemplares y así compartirlos en familia. Esta idea fue engordando de a poco porque había hermanos que también tenían ganas de leer; pequeños lectores compulsivos a los que la biblioteca les quedó chica porque se llevaban varios libros por semana; grandulones que no se olvidaron de ser chiquititos y volvieron a las lecturas infantiles.

Es así como el copo anónimo que dio origen a esta bola de nieve que no podemos ¡ni queremos! parar es cada vez más grande. Así empezaron a llegar donaciones de los propios beneficiarios, de los vecinos del barrio que tienen hijos grandes y ganas de que otros sigan aprovechando esas páginas, de amigos con ansias de ver a más gurises embelesados con los libros. Lo más gratificante hoy por hoy es notar que se están creando hábitos. Bellos hábitos de cuidar los libros. De elegir libremente sin que nadie este marcando que libro tenés que querer. Hábito de la curiosidad, hábito de compartir. De buscar espacios en el día porque tenés que terminar ese capítulo que te quedó colgado del día anterior. Hábito de comentar qué es lo que te gustó más y recomendar a tus compañeros de clase. De buscar más libros de determinado autor porque te encantó su manera de escribir. Hábito de “exigir” a los grandulones que te lean porque no sabes, todavía, el significado de las palabras, y además de que se repita una y otra y otra vez, literalmente. Hábito de “leer” los dibujos de acompañan las palabras.

Decimos gratificante porque como amamos los libros, entendemos que estar en contacto es la única manera de enamorarte más y más.Bregamos porque ese contacto sea a través de la libre elección y de que el material sea de calidad, como el yogurt o la leche que elegimos a la hora de alimentar nuestro cuerpo. Eso nos llena de satisfacción.

Es por ello que a esta altura nos sentimos responsables de haber dado el puntapié inicial y necesitamos seguir jugando el partido con cariño, compromiso y alegría. La idea es que la biblioteca además de funcionar en el taller también pueda pasear por el barrio con un sistema de carritos ambulantes, con la premisa “si el niño no va a la biblioteca, la biblioteca va al niño”, todos los sábados tendremos una ruta preestablecida que recorreremos con la biblioteca con patas. Así cada quien podrá acercarse, ojear, revolver y elegir el libro que desee leer esa semana.


Talleres de música para niños


El colectivo realiza talleres interdisciplinarios, utilizando la música y la literatura como ejes fundamentales. En estos años el grupo ha compartido sus experiencias con miles de pequeños, llevando sus talleres vivénciales a diversos puntos del país y generando instancias de encuentros en su casa taller.

Propuesta de trabajo

Acercar a niñas y niños, desde el placer, al contacto con la música. Relacionarse musicalmente con el propio cuerpo y con el entorno. Trabajar desde los aportes que ofrecen la literatura, la plástica, los títeres, el teatro y la expresión corporal.

Objetivos pedagógicos

Formar personas con sensibilidad hacia lo musical, estimulando sus capacidades para la ejecución y la comprensión tanto de ritmos como instrumentos varios, con una sana utilización de la voz. Estimular el afecto por la música. Fomentar sensibilidades creadoras. Incentivar el aprendizaje de un instrumento musical. Crear hábitos para el sano uso de la voz. Desplegar el potencial interno de cada niño.

Por horarios: taller.gatopeludo@gmail.com