Otoño en Buenos Aires: música de ukelele, el té ya está
servido. Hay un balcón
amable, dos gallinitas, guirnaldas de colores. Marte se
puede tocar con las dos
manos (es blanco, negro, un poco celeste y huele a romero)
Los libros y los amigos
están a la vuelta de la esquina, plim!