El puerto está sembrado de libros, de enredaderas acuáticas.
Los libros están debajo del agua y por arte de magia no se mojan,
bailan entre las olas como sirenas cautivando al navegante desprevenido.
Dan ganas de quedarse horas buceando por las bibliotecas,
rescatar tesoros escondidos, luchar con piratas de barba roja y por último
salir a dar una vuelta en el dragón de pelo blanco que custodia la entrada.
Para conocer más la biblioteca puerto libro