Entrega de premios La hormiguita viajera. Buenos Aires, Argentina.

Para llegar hay que atravesar diez vías, una fábrica de papel, veinte puentes colgantes, un taller de sandías, un almacén de suelas, un campamento de toboganes, el aeroclub, el gran remate de los jueves, una feria de artículos de panadería, tres galpones en donde se baila, una imprenta para pollos, una bandada de caballos, veinte perros, una canchita de fútbol para pibes.

Luego de casi una hora de viaje, el portal de ladrillos y enredaderas.
Nos espera un molino lleno del agua dulce de los colibríes, pájaros, trompetas de fuego,
una mesa llena de hormigas con bolso de viaje y vestidos a lunares.

La tarde se cae adentro de la tarde mientras las palabras multiplican panes
y peces de papel.
Nos espera la mesa servida.
El mitin culmina con un círculo perfecto de chocolate y abrazos.

Volvemos con las manos llenas de bendiciones, de trazos comunes, con la certeza de que es grande lo que nos une. Agradecidos y emocionados.

Volvemos llenos de flores.